No es un secreto: la educación abre nuevas perspectivas y oportunidades donde antes no las había. Con esta visión la Fundación Talentos Altos de Menga creó la estrategia Vení Leé, con la cual está fortaleciendo la lectura, la escritura, la oralidad y el proyecto de vida de medio centenar de menores de edad, en el barrio Altos de Menga, en Cali, Colombia; gracias al modelo de cooperación internacional de El Fondo LEO.

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De acuerdo con las pruebas PISA de 2022 (el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), el 51% de los estudiantes colombianos no alcanza el nivel básico en lectura. Esto se traduce en dificultades para que niños, niñas y adolescentes continúen su aprendizaje en niveles superiores de la escuela, se integren a la sociedad, desarrollen un pensamiento crítico y una ciudadanía activa, poniendo en riesgo su continuo aprendizaje y la perspectiva de crecimiento en sus vidas.

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A finales de los años 2019, 2020 y comienzos de 2021, El Fondo LEO estuvo cooperando con la Fundación Talentos Altos de Menga, en el fortalecimiento del proyecto de vida y en estrategias formativas con 43 niños, niñas y adolescentes, quienes habitan en un asentamiento humano de desarrollo incompleto. Como resultado, se impactó su permanencia en la escuela, sus competencias en matemáticas, lectura y escritura, el afinamiento de sus proyectos de vida, logrando prevenir el embarazo adolescente y el consumo de sustancias psicoactivas, el mejoramiento de la convivencia familiar, así como el conocimiento de la equidad de género al interior de 30 familias; pero aún hay más metas por alcanzar en este sector vulnerable de Cali, durante 2024 y 2025.

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De acuerdo con el informe “The State of Global Learning Poverty: 2022 Update” (La situación de la pobreza de aprendizajes mundial: Actualización de 2022), el 70% de los niños que habitan en países de ingreso bajo y medio en América Latina y el Caribe, como Colombia, presentan dificultades para comprender un texto simple, a causa de la crisis de la educación[1]. A este hecho se le denomina pobreza de aprendizajes, el cual aumentó en un tercio, después de la pandemia por COVID-19.

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Según Lonis Murillo, representante legal de la Fundación Talentos Altos de Menga, existe una problemática compleja en la educación de niños, niñas y adolescentes, de acuerdo con los diagnósticos realizados en su fundación. Murillo afirma que “de los 51 menores de edad atendidos durante el 2023, el 55% se encuentra en rezago escolar. Una de las principales causas es que existe una carencia significativa en sus competencias de lectura y escritura”.

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Las habilidades de lectura son fundamentales desde la infancia para comprender el mundo en que se habita, unidas a las habilidades de escritura facilitan el acceso a oportunidades, incluyendo el ingreso y la permanencia en la educación superior, lo que puede incidir en el desarrollo económico del país, en un acceso más equitativo a los recursos económicos, en el escape del ciclo de la pobreza, de las brechas de género, en el acercamiento y la apropiación de la tecnología, de la ciencia e incluso mejorar condiciones de salud, cuando se comprenden las situaciones que la desmejoran. 

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La estrategia Vení Leé, que se encuentra desarrollando la Fundación Talentos Altos de Menga, comenzó el pasado mes de junio de 2024, con un diagnóstico de habilidades en lectura, escritura y oralidad, talleres formativos en esas tres áreas para 33 niños y niñas, con el apoyo de sus padres; acompañamiento psicosocial y talleres de proyecto de vida para 17 adolescentes. Esta iniciativa tiene una duración de 10 meses, el mismo período de un año escolar.

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La estrategia también incluye promoción de lectura con la biblioteca pública La Campiña, talleres de música urbana para fortalecer la escritura y acompañamiento psicosocial para la prevención de la violencia familiar, teniendo en cuenta que este último aspecto siempre impide el avance educativo de la población.

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[1] Este informe fue publicado por el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Ministerio de Relaciones Exteriores del Commonwealth y de Desarrollo (FCDO) del Reino Unido, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Bill y Melinda Gates.